El mecimiento

¡Acúname en tus brazos!

¡Acógeme entero mi cuerpo!

Te lo entrego.

Para que  siempre sienta tu mecimiento, madre,

 creadora del mundo y de toda la realidad.

 ¡ LLévame a tu armonía, a la paz!

Porque así,

podré volar hacia el exterior sin miedo,

potente como un león y amorosa como tú.

Siendo yo tu hija, el balanceo de tus  brazos en mi  cuerpo que vibra solo por ti.

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