No es el tener de la tierra (Ck 1) lo que llena la fuente
Ni el placer de los sentidos (Ck 2)
Ni el hacer creador (Ck 3)
Ni el saber inteligente y comunicador (Ck 5, 6)
Lo que llena la fuente inagotable de la vida
es el ser el ser en sí mismo (Ck 7) trascendiéndonos desde el corazón (Ck 4).