El laberinto

 Por la insoportable levedad del ser

 el hijo pródigo busca el sentido vital en las pasiones

saliendo de la rutina y entrando en el laberinto endemoniado e  irrisorio de las sinrazones

para alcanzar como fausto la falsa y soñada omnipotencia.

¡ Oh, qué débiles de espíritu somos!

Alimentémonos con nuestra semilla  interna, felicidad única e inmutable para retornar al padre.

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