Cuando pueda ser espectadora indiferente de mi pasado,
el futuro no me inquiete permaneciendo junto a mis hermanos
enraizada en mi presente siendo auriga de mis emociones y mi mente sin pulsar en este mar sosegado,
podré entonces permitir que el amor puro filtre mi ser,
siendo lo que realmente soy sin alienarme ni vaciarme en el dar de mis actos.