Que la verdad del amor salga siempre victorioso de la maledicencia
que nunca muera en la batalla
que permanezca levitando desnudo en el trono impoluto de su creación
cambiando con su clarividencia pacientemente de posición.
Que la verdad del amor salga siempre victorioso de la maledicencia
que nunca muera en la batalla
que permanezca levitando desnudo en el trono impoluto de su creación
cambiando con su clarividencia pacientemente de posición.