¿Cómo me atrevo a entregar el agua del manantial si aún no se ha terminado mi creación?
Me apropio de lo que no es mío alineándome en sus riendas.
Ellos duermen y yo alerta
sin descanso no puedo vigilar mi fortaleza
No hay nadie que vaya a limpiar y a cuidar mis estancias ni las rosas del jardín.
Todo está desértico y sin vida desapareciendo en la niebla
¿Quién me cuidará a mí?