VIVIR AISLADA
Si en las parcelas humanas del tener, el placer, el hacer, el saber
vivo aislada huyendo de ellas por miedo a que mi espíritu desfallezca
de nada sirve haber nacido porque espíritu ya era y seré cuando muera.
Mientras que si aprendo a vivirlas todas junto a los demás
con coraje, amor y plena conciencia
y al mismo tiempo trascendiéndolas,
no me perderé más en sus laberintos
y retornaré a la energía inicial cuando llegué a mi materia.
Y entonces, podré llegar a ser realmente un espíritu integrado en las cuatro moradas de la tierra.