Desnuda ya, abro la puerta
y puedo ver tu luz sin deslumbrarme y sin desaparecer en ella
porque ya tengo la consistencia que necesito para que tú seas en mí
porque yo soy eso
y no lo que creía ser tras ella.
Ya he soltado todo aquello que me impedía sentirte en plenitud
trascendiendo todo lo que he ido encontrando en el camino.
Aquí permaneceré iluminada por ti viviendo en la tierra tras la puerta celeste ya abierta para siempre.