Friedrich Hölderlin

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  1. Muy a menudo, el corazón del hombre permanece dormido, como una simiente que estuviera envuelta en inerte cáscara, hasta que un día llega su hora.
  2. Solamente en la profundidad del dolor es donde surge y resuena divinamente el canto vital del mundo, del mismo modo que se oye en las tinieblas el canto del ruiseñor. Quien marcha sobre su dolor marcha hacia las alturas.

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