I
LUNA DE OJOS CERRADOS
Sentimientos en la noche de ojos cerrados
que entretejen las acacias a su túmulo espacio,
caricias, que son carne de luna, abismo,
que ciega el olvido de almas despertadas
a la libertad, asustadas del mismo diablo…
II
No eres el diablo, luna,
sino la parte que no mira
del sol que en su interior no se ilumina.
¿Qué es la vida en la penumbra de tu carne adormecida?
Despierta y acaríciame con tu locura
con tus manos que mi cuerpo de ti ansía.
A veces, la luna riela en mi espesura de las mañanas
halando así esas vaguadas furtivas que me atenazan.
¡No te vayas!, ¡No te vayas!
Quédate con la zaga luminosa de mis fantasmas,
quédate de día, sin la noche de tu máscara.
Y ¡Canta!, ¡Canta!
Mandalas a mi tristeza vana
con la fuerza que a mi sol le falta
que mi cuerpo sin mi hara,
alma, yo sin ti, no soy nada.
El fondo es un maravilloso cuadro de Modriam.