CORRIENTE ENTRECORTADA
¡Oh, alma mía!
Mi pórtico sin ti se encuentra sin morada…
sin tu espada…
ya no fluye el río en mi ágora acumulada.
¿Para qué vivo socavada?
¡Replícame, oh, corriente entrecortada!
Y con tus poemas, trasciéndeme que yo abriré mis alas iluminada
Y así, calmaremos nuestra angustia de Dios en nuestra mandorla inacabada.