La cruz es la escalera.
¿Y la tuya cuántos peldaños lleva?
Aún con un espacio infinito en tus hombros te elevas sobre sus olas,
Daniel en ti, la enredadera, la yedra es él en tu vereda, madreselva su marea.
Que sea una sola cruz y que sean pequeños los pasos, padre,
¡Todos juntos trepando hacía ti, pasionaria del mar desvelándonos los ojos!
¡Allí!, ¡Allí! al otro lado del horizonte donde sólo existes tú…¡Pura belleza!, ¡Verdad imperecedera!,
¡Pasión que es paz y desasosiego, sufrimiento y felicidad, alegría y tristeza!
Tú en nosotros, plenitud en el camino.
En la imagen la cruz en el Monte Nebo en Jordania. Lugar de peregrinación donde Yahvé mostró a Moises la Tierra Prometida, tras 40 años de peregrinación por el desierto y cruzar el Mar Rojo. Desde aquí se puede ver el valle del Jordán, el Mar Muerto, el desierto de Judea y en días claros Jerusalén.
De imagen de fondo he puesto un cedro del Líbano.