P.88: Nuestra levedad

NUESTRA LEVEDAD

¿Cómo incubar el vellocino de lo que siento?
Y en mi crisol renazco dorado .
Y aún por encima del dolor del parto
descubro la fórmula de destilar el oro de los futuros vástagos.
¿Soy yo la madre o el hijo o soy la trinidad de ambos?
Eso no importa porque me doy cuenta de nuestra levedad.
Sólo instrumentos áureos somos en la creación del alquimista original.

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