El sabio resuelve sus asuntos sin actuar y divulga sus enseñanzas sin palabras. No niega nada a la multitud. Le ayuda, pero no pide nada a cambio. Hace su trabajo, pero no le otorga ningún valor. Consigue su meta, pero no reclama méritos. Y precisamente porque no reclama méritos nadie puede arrebatárselos.
¿No es por no vivir para sí qué viven tanto? Así el sabio procura quedarse atrás. pero está delante de los demás.¿No es por su desapego de sí mismo que su ser puede realizarse? Por ser desinteresado obtiene su propio bien.
Esta es la ley del cielo cuando hayas hecho tu trabajo. ¡RETÍRATE!
Qué pensamiento tan acertado! Me encanta!
Hola Pepa, se lo diré a Elena a ver si me lo puede solucionar. Este libro es un libro de sabiduría. Besos.
Hola hermanita! Me ha dejado dejar un comentario , pero no me deja decir que me gusta…1 bezito!