PARADOJA DE LA CREACIÓN
Adán sólo desea ser animal para penetrarla
y la serpiente en el sexo de Eva le pregunta enroscada:
¿Quieres morder la manzana?
Michelangelo Buonarroti
Desenroscada en Eva, ésta le entrega su alma
y le grita : ¡Ámame, mientras yo llevo tus alas!
La copa es horadada por la espada
con la misma pasión de los dos atravesada
brotando la fuente de la creación endemoniada.
¿No será que la pasión que nos recorre
es lo indivisible en el caduceo de Hermes,
intuición divina en la unión de dos serpientes,
sensualidad creadora de dos alas terrestres?