a mi amada, mágica, sorprendente, maravillosa, divina y misteriosa proporción áurea
El todo fluye en cada parte y su resto lo siente en su proporción áurea…
I
¿No ves que él siente en su resto el vértigo del todo en tu parte atravesada?
Tú, parte, eres la proporción áurea del tornado que os arrastra.
¡Tú, parte…!
¡Tú, todo…!
¿No ves que tus ojos se lo delatan?
¿No ves que sentís el huracán que os engancha?
¿No ves que sois parte y resto de la recta complementada?
¿No ves que al cerrar los ojos giráis en la espiral de vuestra caracola ilimitada?
II
¡Oh, proporción áurea, parte que encaja en el resto de la tierra de la intuición!
Vértigo en la mirada de musa,
redescubierto el todo al caer en el ojo de Dios
desde la espiral que los ha unido al inicio de la inspiración.
El fondo es un maravilloso cuadro de Nicolas de stäel.
La imagen es una escultura del Dios Pan.
Las musas son el todo mortal, el absoluto finito, el absoluto relativo.
Proporción aurea para el artista que lo descubre y le inspira.
Resto y parte de lo infinito
El vértigo de Dios.
Cuando mira la musa al artista él no ve a la musa sino que ve en ella la Mirada del todo, la mirada de lo infinito, de lo absoluto, de Dios.
Mirada de las musas Mirada por los ojos de Dios
Se cae hacia el fondo de la espiral
Hacia el fondo, hacia el fondo
Donde nos encontramos todos en el inicio de la nada
La musa es el todo en la tierra y el artista se percata de ello
Nota que la proporción aurea encanja entre el artista y su musa y se produce el vértigo de la caída hacia Dios.