Tapiz mille fleur de principios del siglo XVI en el que se representan las tres Parcas con sus nombres griegos (los de las Moiras).
“Arcanos, hados ¿Adónde va nuestro cálamo?”
Me duele tanto que a la innombrable le canto porque la música a mi oído calma la cábala sin respuesta.
“Que Dios existe en tu cuerpo que de tierra perece en mí disipada
energía que en el vacío se refracta entreverada en los siete colores de tu naturaleza humana
devanada en los hierros de estrellas herrumbradas de zalemas a la eterna siempre trasformada”.
Y creo esta trama y ahora duermo con la parca siempre abrazada al sol de la noche siempre iluminada.
De fondo a Paul Klee.