RELATIVIZA EN LO ETERNO
La verdadera armonía es la que una vez renacida en nosotros camina buscando la eficacia de sus actos escuchando su brújula interior, descargando amorosamente su espalda del peso superfluo, de todo aquello que intuye que inútilmente enlentece su torrente vital, de aquello que le impide alzar el vuelo. Y en cada desprendimiento, va purificándose, integrándolo en su cuerpo y al mismo tiempo, trascendiendolos relativizándose en lo eterno. Se engrandece así, aumentando el diámetro de su circunferencia porque cada célula se va haciendo más energética, porque su emoción y su mente van introduciéndose acoplando su alma en cada una de ellas. Sintiéndose en su cuerpo cada vez más etérea, una con su espíritu, esférica, liviana, fluyendo relativa con sus hermanos de la tierra.