A medida que vamos reconociendo en la humildad nuestra oscuridad, de que no la amamos, que la vamos ocultando consciente o inconscientemente, vamos comprendiendo que somos una máscara de nuestra luz y que no tenemos integrada nuestra sombra, que realmente no nos amamos a nosotros mismos como un ser completo.
No podemos repudiarnos, ni ocultarnos. Necesitamos reconocerla, comprender que no nos queremos con ella, y en una plena conciencia ir percatándonos en cada momento como vamos ocultándonos como vamos tramando nuestra historia con la máscara del personaje que queremos representar.
Cuando nos amemos como ser completo sin ocultarnos, en la plena conciencia nuestra luz en el amor a nosotros mismos irá alumbrando e integrando nuestra sombra en el túnel de la noche oscura de nuestra alma.