Sólo existe un único uni-verso por mucho que intentemos crearlos individualmente.
No somos el centro.
No todo gira alrededor nuestro.
Todos giramos sobre un único eje.
Arrogancia es no verlo y el seguir buscando adeptos.
¿Qué necesitaremos para comprenderlo?
Al idolatrar al que sube un peldaño le damos poder sobre nosotros originando relaciones de sumisión esclavizándonos ante este nuevo amo creado por nosotros mismos.
Nadie es superior en el único universo que existe.
Seres vulnerables y finitos somos . Y buscamos con ahínco agarrarnos a aquello que nos nuble de esta realidad para vivir autoengañados porque no la deseamos o porque no tenemos la suficiente fortaleza para aceptarla.
Aceptarnos así
Aceptarnos en equidad
Aceptarnos en nuestra finitud y vulnerabilidad
Aceptar la necesidad de compartir esta realidad con los demás propiciará relaciones sanas de igualdad.
Caminemos pues así hacia la búsqueda de la única verdad inefable e inabarcable, felicidad compartida dando sentido a nuestra existencia.
